No obstante, hay que tener en cuenta que el mercado inmobiliario no es homogéneo y que existen diferencias significativas según la zona, el tipo y el estado de la vivienda. Así, los precios más elevados se concentran en las zonas más céntricas y turísticas de la ciudad, como el Centro Histórico, La Malagueta o El Limonar, donde el metro cuadrado puede superar los 4.000 euros. Por el contrario, los precios más bajos se encuentran en las zonas periféricas y menos consolidadas, como Campanillas, Churriana o Puerto de la Torre, donde el metro cuadrado puede rondar los 1.000 euros.

En cuanto al tipo de vivienda, las más demandadas y valoradas son las que cuentan con terraza, jardín o piscina, así como las que ofrecen vistas al mar o a la montaña. También tienen una buena salida las viviendas reformadas o de nueva construcción, que suelen tener mejores calidades y prestaciones que las antiguas. Por otro lado, las viviendas más difíciles de vender son las que tienen una distribución poco funcional, una orientación desfavorable o una ubicación ruidosa o alejada de los servicios.

En definitiva, podemos afirmar que el mercado inmobiliario de Málaga seguirá siendo uno de los más dinámicos y rentables de España en 2024, aunque con una moderación en el ritmo de crecimiento de los precios. Para los compradores, será un buen momento para aprovechar las oportunidades que aún existen, especialmente en las zonas con mayor potencial de revalorización. Para los vendedores, será una ocasión para obtener una buena rentabilidad por su propiedad, siempre que se ajuste a las preferencias y necesidades de los compradores.